miércoles, 27 de mayo de 2020

Escritos XXXIII - Despedida

Hoy he entrado en el blog y me he fijado por primera vez en ese pequeño aviso que cierro automáticamente. Hasta ahora, como hago con todas las páginas web, hacía un rápido escaneo en busca de "X" o de "close" o de "cerrar" y las pulsaba sin hacer caso a nada más. Aceptar cookies, recibir notificaciones, suscribirte a nuestra lista de correo, incluso alguna publicidad es el contenido que intuía, por otras experiencias.

Sin embargo, al ser un blog y de google, pasé por alto otro de los clásicos "invasores" de la pantalla, el mensaje de ayuda. Pues bien, hoy he leído el aviso y decía que mañana se actualizará en todos los blogs la configuración, pasando a un formato nuevo, más adaptado a móviles. Por suerte, me queda un día de prueba, hoy, así que decido actualizarlo ya, sabiendo que aún es reversible y me sumerjo en la navegación.

Creo que el mundo se divide entre quienes tenemos más resistencia al cambio y quienes tienen menos, así que he pasado los primeros 10 minutos quejándome de todo sin entender dónde habían acabado esos menús desplegables que llenaban la pantalla de flechitas hacia abajo y hacia la derecha. Pasado ese rato, he comenzado a "pensar intuitivamente" como si hubiera nacido en la era de internet y el código binario corriera por mis venas.

Tras revolotear un poco entre viejas entradas y comentarios, visitar las estadísticas para confirmarle a Pepe la importancia de los likes y releer el recuerdo de cuando trabajé de camarero en un crucero, he encontrado el redondel con el símbolo de más que me permitía acceder a escribir una nueva entrada.

Recorriendo de un vistazo la interfaz nueva, toda llena de iconos que sustituyen a las viejas palabras, me he alegrado de haberle dedicado un escrito al antiguo panel de edición del blog. No he llorado, pero sí he notado un pálpito diferente, probablemente el aviso de mi corazón, que me repite constantemente la importancia para mi de la memoria y los recuerdos.

Y no tiene por qué estar reñido con el cambio ¿no creéis?

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