domingo, 23 de febrero de 2014

¡Cómo está el servicio!



Me escribió Víctor el otro día preguntándome qué tal los sueldos por aquí. No cae uno en la cantidad de material que recopila viviendo aquí hasta que le regalan una pregunta similar, así que le respondí: Cómicos, les dedicaré el próximo post en el blog.
Los sueldos son cómicos y yo debo ser un poco payaso también, pasemos revista:
El del primer trabajo, de lavaplatos 3 días en un restaurante a 16 dólares la hora (en abril, cuando el dólar australiano aún estaba fuerte), me parece adecuado. No era tan honesta la paga en efectivo y la ausencia de contrato.
El segundo y más duradero, de camarero en una cafetería-restaurante muy turística y de dudosa calidad empezó a 15 dólares la hora en junio, subió a 16 en octubre y a 17 en diciembre. Si consideramos que por lavar platos en el primero me pagaban 16 y no tenía por qué saber inglés, ni afeitarme ni tener aptitudes de venta o de atención al cliente, pues no se puede decir que sea una gran cosa. Si a ello le unimos el hecho de que las propinas las gestionan los dueños y las reparten cuando les apetece (con el requisito de trabajar al menos 3 meses para tener derecho a ellas) la cosa no mejora. Si rematamos con el agravio comparativo que supone observar como en restaurantes y cadenas un camarero cobra de 21 en adelante, paga y media los sábados y doble paga los domingos, pues para qué os voy a contar.
En su descargo diré que no son los únicos que funcionan así, mal de muchos...
Tercer trabajo, recopilar información sobre el college para una aplicación de teléfonos móviles. A través de una empresa, con firma de contrato, sesión informativa y formación pagada, pagos a cuenta corriente, retención de impuestos y depósito de la superannuation (una especie de fondo de pensiones obligatorio), pagado a 20 dólares la hora, a través de un sistema informático que tú mismo manejas y en el que puedes incluso mentir sobre tus horas trabajadas, aunque lo controlen más o menos atentamente. Creo que el sueldo es bastante decente.
Cuarto trabajo, barman en los cruceros por la bahía. Este se merece un post aparte. Para empezar, también griegos. Pagan en negro, lo que les da la gana y cambiando el criterio cada día. Entre 18 y 22 dólares por hora. Para más inri, es trabajo nocturno, que debería estar mejor pagado (aquí de nuevo las comparaciones son odiosas).
Quinto trabajo, azafato/promotor de la asociación de estudiantes en el college, incluyendo repartir folletos preparar packs de bienvenida, montar una barbacoa en el patio o disfrazarse de oso panda. Gestionado a través de una ETT y pagado 21.50 euros por hora. Todo regular, con impuestos y seguridad social: casi perfecto. Un par de pegas, que dura solo tres semanas y que la ETT se queda un porcentaje (no sé aún si eso se traduce en que el sueldo que percibo es menos de 21 o si en realidad a la asociación de estudiantes le está costando más contratarme aunque yo no vea parte de la plata. Pero es quejarse de vicio, y si no, comparad vosotros mismos.
En resumen, Víctor, que los sueldos como en todos lados, los hay mejores y peores, pero que yo haya encontrado 5 trabajos distintos en un año (aunque sean temporales), cuando en España la cifra de parados sigue siendo alta creo que habla claro de cómo están las cosas aquí y allá.
Y para quien esté echando números, aunque se pueda ahorrar, la vida aquí es mucho pero que mucho más cara, ¿qué si os recomiendo venir? Lo único que puedo hacer es compartir mi experiencia.
Y para rematar, unas fotos del viaje a Melbourne.
Flinders Station y el Skydeck al que no subí

Amanece en Apollo Beach o al que madruga...

Koala salvaje, que no agresivo
 

lunes, 17 de febrero de 2014

Hacer la colada

Me he mudado otra vez, y ya van muchas (como 4 o 5) porque el contrato con la mini casa en la que merecian mas la pena las vistas que todo lo demas vencia el 11 de febrero.
Por fortuna, tengo un buen monton de amistades y no me falta un sofa en el que dormir ni una lavadora en la que hacer la colada. El problema es cuando ambas cosas estan a media hora de distancia en autobus. Entonces a uno, que trabaja todos los dias de la semana, le da por decidir (cuando ya no tiene ni un solo par de calcetines limpios) que se lleva el petate a la cafeteria para luego ir a lavar del tiron. Que bueno tener a Ariel, excompi de piso de la sufridora epoca de los irlandeses, para pasar la tarde lavando, cenando y bromeando!
Pero a un estilo de vida tan precario solo se puede sobrevivir 15 o 20 dias, por ello el primero de marzo, con el inicio del otoño me voy al desierto y a Cairns, a ver la roca y la barrera de coral respectivamente. Despues de Melbourne, he retomado mi pasion viajera y aunque no visitare Perth ni Adelaide, voy a recorrer la mayor parte de las atracciones turisticas australianas (gracias tambien a mis pasadas vacaciones en Tasmania y la costa Este (de Sydney a Brisbane).
Yo es que veo una bici y me subo
Me doy cuenta de que no he colgado muchas fotos al respecto y tambien de que no he narrado con detenimiento mis viajes, pero a uno le absorbe la cotidiana y frenetica vida de Sydney y quiza teme tambien ser el tipico pesado que endosa la presentacion de 5000 fotos de las vacaciones a todo el ques e le pone por delante.
Yo como soy un optimista prefiero hablar del futuro, que se presenta gris hasta que me vaya de viaje (trabajando siempre y caray, no salgo de una para caer en otra, ahora cada dia libre lo dedico a ir al college a colaborar en los eventos que organiza la asociacion de estudiantes) porque ademas llueve a mares, como el año pasado.
Y ahora, unas fotos del ultimo evento en el que participe. Por si no me encontrais, yo soy el que va vestido de blanco y negro, me reconocereis facilmente por mi gran cabeza (marca de la casa).

Os doy una pista, no soy la heladera con gorrito

Haciendo deporte, que el bambu engorda.

domingo, 9 de febrero de 2014

Tres en uno


Eso es lo que le va a hacer falta a mi cuerpo como siga a este ritmo: trabajar, salir de fiesta, despedir a los amigos que se marchan, acoger a los que llegan, conquistar el karaoke, mudarme de casa (¿otra vez?), bailar salsa (¡¡Qué!!), comer por ahí, preparar la cena para 8 o 10, asistir a todos los eventos en el college, buscar trabajo, pedir referencias, ir a Melbourne y la Great Ocean Road, perseguir al tipo ese que me tongó con el piso compartido, organizar una escapada en furgoneta, echarnos un ping-pong en casa de Stephane, preparar el viaje a Nueva Zelanda, o Cairns, o Adelaide o el desierto o donde quiera que sea, ir a los cruceros de camarero (cada vez menos), trabajar en la cafetería (cada vez menos), hacer de voluntario (cada vez menos), conocer los alrededores (cada vez más), Newcastle, las playas del Norte y las del Sur (Palm Beach, Jervis Bay…), escribir el blog…
Con todo esto, ¿quién puede reflexionar sobre el futuro?¿ Y más aún, quien se quiere volver a España cuando se le acabe el visado? Lo mismo un mesecito más, de turista, me quedo, ya veremos cómo.
Escribiendo este post me siento muy musical, así que os dejo unas canciones que me gustan:
Sabina, porque este post se parece un poco a la canción...
Esta porque nunca seré un cantante, ni aprenderé a tocar la guitarra (pero eso es de familia)
Y esta por hacer el post un poco más internacional, y porque no siempre se crece como a uno le gustaría.

sábado, 1 de febrero de 2014

Sydney Festival


El equilibrio y la confianza, segun Ockham's razor

Cada año, del 7 al 26 de enero la ciudad se transforma. El festival de Sydney es una concentración de eventos (teatro, música, arte, cine) que desborda a los habitantes de una ciudad demasiado ocupada en ganar y gastar dinero.
Se crea una burbuja en la que por un momento uno se cree en la capital de las nuevas tendencias, y entonces disfruta de la Royal Shakespeare Company de Chicago y su versión Rap de Otelo (brutal), de la poética del equilibrio del espectáculo circense de Ockham's Razor (¡qué nombre más acertado!), de la energía musical del sexteto japonés “Soil and pimp sessions” (con un jazz que fusiona todos los géneros musicales), de la versión australiana del hijo que nunca tuvieron Gainsbourg y Lou Reed (un tal Mick Harvey con la misma pose, y puede que la misma edad, que Javier Krahe), de un concierto de música clásica al aire libre que termina con fuegos artificiales en el marco incomparable del parque del Domain, y mil otras cosas más.
MC Otelo, partiendo la pana
Todo esto lo disfruta uno porque hace de voluntario (él o su compañero de piso) y como en los mejores momentos del festival de cine de Sydney le regalan entradas gratis para todo, o casi: Porque no tienen otra forma de agradecerle a los voluntarios su esfuerzo o porque los espectáculos pese a ser de gran calidad no se llenan debido a que los cuatro gatos que tienen dinero y están interesados en el arte son, como he dicho antes, cuatro. Es fuerte, pero si lo piensas bien es bonito.
Yo, como me han dicho desde que aterricé aquí que Melbourne es diferente, europea, creativa, activa y agitada artísticamente, me voy para allá el lunes. Ya os traeré algunas fotos de sus cientos de cafés y restaurantes, o de la Great Ocean Road, la carretera que va a Adelaide y que parece ser un éxtasis visual.
Ahora que ya por fin parece que me marcho de aquí me entran las prisas por viajar, como si no fuera a volver, pero en el fondo, al mismo tiempo, esta bahía, con su puente y con su ópera y sus atardeceres rojos, me avisa de que no va a ser fácil marcharse.
Lo que no echaré de menos es trabajar todos los fines de semana y una media de 12-13 horas.


Vaya sexteto de japos locos