sábado, 2 de noviembre de 2013

Y ahora, ¿qué?

Buena pregunta.
Y así podría acabar mi entrada de hoy, porque de respuestas, como siempre, ando algo escaso.
Por suerte me hago buenas preguntas, muchas y variadas, así que material para colgar el tercer post de la semana me sobra. Empecemos, como en la pirámide de Maslow, por el escalón más básico:
Los arbolitos primaverales cerca de casa
Desde hace ya tiempo, mis necesidades básicas aquí están cubiertas. Tan es así que me decidí hace algo más de tres semanas a mudarme al barrio rico. Para el que no dé crédito, aquí tengo unas cuantas fotos de muestra.
No contaba yo, sin embargo con un pequeño detalle: en el mundo hay mucha gente y algunos son propietarios de las casas en que vivimos de alquiler, y algunas veces a los propietarios les da por tener hijos que se van a vivir a Canberra y deciden volver. Y esos propietarios tienen buen corazón y no van a dejar a sus hijos sin un techo así que deciden que los inquilinos “esos que tan bien me venían cuando mi churumbel estaba en la capital” ahora sobran.
La cocina, superdotada
Resumiendo, que nos han largao del piso. Y ahora, ¿qué? A empezar de nuevo, que si búsqueda, que si mudanza, que si centro, que si periferia, que si apartamento caro con sauna, spa, gimnasio y piscina o casita en las afueras con parquecito y aire puro, que si 150 o 200 (o 250), etc. Y yo que soy un emprendedor nato y decidido, pues no sé qué hacer ni dónde mudarme.
A todo esto, el aviso me lo dan con 2 semanas de antelación y el evento de por medio, seguido de trabajos y exámenes toda esta semana; resultado: cero en búsqueda detenida de apartamento ideal. Solución, o escoger lo primero que se me ofrezca (incluyendo el apartamento del que huí en verano) o buscarme un hotel/hostal/casa de amigo mientras me dura la caza del alojamiento perfecto.
La bahía enfrente del parque al lado de casa
Una vez encuentre casa (la segunda necesidad según Maslow) podré pasar a la tercera, la afiliación, que tiene su miga. Dice wikipedia: amistad, afecto, intimidad sexual. No haré más comentarios, que ya os encargáis en facebook o en privado de afilar el cuchillo al respecto (en que hora se me ocurrió contar la anécdota de la brasileña)
El cuarto peldaño, el del reconocimiento y el éxito, ya lo tengo ganado: las notas son buenas, los profes me piropean y me han elegido de los mejores estudiantes internacionales del cole, aunque tampoco es que tenga mucho mérito, desde que he llegado aquí he asistido a más ceremonias y entregas de premios que la estatuilla de los Oscars. A cualquiera le dan un premio (y a cualquier cosa le llaman premio, ya os contaré si cae algo).
El comedor al lado de la cocina
Y el último, el de la autorrealización, dice Maslow (siempre según wikipedia) que se alcanza cuando se encuentra una justificación o un sentido válido a la vida mediante el desarrollo potencial de una actividad, o sea el clásico ¿qué quieres ser de mayor? Bien, si alguien sabe lo que significa ser mayor y sobre todo sabe lo que quiere, mi más-lowiana enhorabuena.

Yo, por mi parte, os dejo con Búnbury.




2 comentarios:

  1. Como mola el barrio Zosimo, si es que siempre ha habido clases (aunque algunos se niegen a reconocerlo). No te preocupes si no sabes aún a donde te llevan tus pasos, eso es que tienes muchas aventuras por vivir. Un abrazo

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  2. Victor, eres un grande, y tu blog es muy grande!!
    por cierto, por si alguien se entretiene en leer los comentarios de los blogs, no os perdais elhombresintrenza.blogspot.com que vale la pena :)

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