sábado, 9 de noviembre de 2013

El discurso

El discurso
A mi hermano, que me enseñó a usar “vaya chapa”. Happy Birthday!
Mi madre de aquí
¿Cómo voy a encontrar casa si no tengo tiempo ni para buscarla?
El lunes me convertí oficialmente en homeless y puede que sea una de las mejores cosas que me han pasado en Sydney. Una compañera de clase me ofreció su casa la semana pasada con la vehemente aseveración de que su madre me había preparado el cuarto y todo. Como no me gusta abusar, intenté encontrar una solución antes pero no había casas disponibles y entre presentar los trabajos que tenía (y aún tengo) que entregar y preparar los exámenes, que empezaron esta semana, el tiempo no me ha sobrado.
Por si alguien se preocupó, así me entretuve tras el golpe
Como guinda del pastel está el Festival de Newtown, que será este domingo y ahora que llegó el apretón final (el rush, como dicen aquí) nos tiene muy atareados (esta semana son 3 días los que voy a ir allí). El trabajo pagado, el de camarero, lo sigo reduciendo al mínimo para vivir, porque la semana no tiene tantas horas.
Pero lo más interesante de esta semana es que teníamos la fiesta de despedida para estudiantes internacionales en TAFE. Me llamaron la semana pasada para confirmar mi presencia porque me habían nominado para un premio y les dije que claro que iba y que muchas gracias (que soy yo muy cumplido). Pero el lunes me llamaron de nuevo:
-          Hola, Zósimo, soy Helen, de la Sección de Estudiantes Internacionales. Quería preguntarte si podrías hacer el discurso de agradecimiento del miércoles en representación de los estudiantes internacionales.
-          Ah, pues estupendo, ¿qué tengo que hacer? ¿me preparo un discurso o me lo dáis vosotros y lo leo?
-          Bueno, te comento, lo suyo sería que hablaras durante, digamos 1 minuto, sobre tu experiencia aquí, lo que te ha gustado de tu curso, el voluntariado o experiencia laboral en tu sector y todo eso. Y por supuesto, el Vote of Thanks a la institución, a los coordinadores de estudiantes internacionales, a todos los profesores y, si quieres, a los tuyos en particular.
-          ¡Un  minuto! Helen, hija mia, que yo tengo mucha labia y en un minuto no me da tiempo a nada.
-          Bueno, si quieres, puedes hablar un poquito más, pero el discurso es el cierre de la ceremonia y va justo antes de los canapés y las cervezas…
-          Mensaje recibido, o sea, que me toca la chapa final que nadie escucha. No problems.
¡Qué nos gusta un festorro!
De prepararlo ni hablamos, 10 minutos antes de que empiece la ceremonia y en la parte de atrás del cuestionario de evaluación, mientras mis ex compañeros de piso comentan la jugada en voz alta, al oído y en una desconcentrante mezcla de inglés, español e italiano.
La ceremonia, como siempre, un plomo, los nominados, en realidad, somos ganadores y el director del College nos da un certificado de excelencia en un excelente marco made in Todoaunleuro y una sudadera con capucha muy molona y corporativa.
Otra foto de la noche del bingo
Y llega el momento, me acuerdo de todos los años de teatro y agradezco mentalmente a todas las personas que me han apoyado, visto, dirigido o involucrado en proyectos teatrales su ayuda, porque no estoy nada nervioso.
Creo que no tardo mucho más de dos minutos, con la espontaneidad que me caracteriza, cierro la charla con un “vaya chapa que os estoy soltando, mejor me callo” seguido de un Thank you, como podría haber sido seguido de un Excuse me, y me bajo a comer.
A la gente le ha gustado, en el aperitivo de después unas estudiantes japonesas se me acercan a felicitarme y todo (¡qué bien me vienen las enseñanzas de Kentaro!). Las profes también me felicitan y hasta mi madre aussie a la que por supuesto invité a la ceremonia, dice que ha sido muy bonito y muy sincero.
Yo me alegro, claro, y como sigan así se me va a subir a la cabeza. Francamente, no me acuerdo de nada de lo que he dicho y tengo la vaga impresión de que ha sido un enmarañado conjunto de frases inconexas.
Pero tengo un jersey nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario