lunes, 18 de noviembre de 2013

Todo lo bueno se acaba

El curso, los eventos de clase, el festival de Newtown vivir de gorra al lado de la playa...
Pero eso si, los trabajos, los exámenes, el curro, eso parece infinito, y de hecho todavía me queda una semana de fuego.
Yo ganando un premio
De momento, celebrar que los eventos salieron bien, los de toda la clase, que aquí somos un equipo y no estamos para criticar más a los unos porque si tal y a los otros porque si lo siguiente. Fui a la fiesta de disfraces de superhéroes, que estuvo divertida, y gané un cesto de productos Barilla (pasta, diferentes salsas, un mandil y una taza de desayuno, todo muy cuco, así que quedé requetebién con mi madre de acogida (aunque es intolerante al gluten, ahora que lo pienso, igual tendría que hacerle un regalo). La fiesta estuvo muy bien y había un grupo de música en directo. Como os podréis imaginar me marqué unos bailes muy personales para deleite del personal.
Yo pasado por agua
Luego está el festival de Newtown, que estuvo pasado por agua por la mañana y me pilló el temporal rellenando botellas del líquido elemento para repartir entre los voluntarios. Aparte de acabar, como decía el poeta, hecho una sopa, me lo pasé muy bien y yo creo que le saqué partido a un evento que es increíble, el sábado a las 2 de la tarde el parque está vacío, el domingo a las 9 de la mañana hay 300 stands, 3 escenarios de música, un taller de reparación de bicis, exposiciones de artistas locales y 150 voluntarios correteando. Y esta vez no me abrí la cabeza recogiendo, que ya es un progreso.
Yo friendo una tortilla papas
Para terminar, las buenas noticias: ¡encontré casa! (aunque me mudo el próximo martes). El lugar, curioso, muy cerca de la antigua casa, en el mismo barrio rico de Kirribili. En realidad la casa la encontró Fernando, que si no es por él aún estaría viviendo de acople en casa de mi compi de clase (la casa donde hice la empanada que tanto éxito ha recogido en Facebook).
La historia de la casa es la siguiente: se trata del piso de abajo de una casita de tres plantas, completamente independientes entre ellas. En el piso de arriba vive la dueña que es una mujer muy agradable y bien parecida con la que estuvimos hablando un rato el día de la inspección. Dejó caer así a la ligera que su trabajo era escribir, pero no me quedó muy claro. Total que me olvido de ello y ayer me manda Fernando un enlace a su página web, resulta que es conocida, ha sido actriz, modelo, ha escrito para tele y cine, ha vivido en Nueva York, tiene un libro sobre su experiencia en los States y, como diría José Luis Moreno, ha estado en Londres, wuwuwú).
Si todo lo bueno se acaba, habrá que empezar algo nuevo.
Yo he venido aquí a hablar de su libro




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