Al ataque
Seré
breve, como siempre: No es que yo tenga mala suerte, más bien al contrario,
todo me está saliendo bien aquí.
Después
de los problemas con el curso nada más llegar, ya estoy perfectamente
integrado y haciendo los deberes como estudiante aplicado que soy (bueno, la
verdad es que se me retrasó todo un par de semanas porque había problemas
informáticos para que los estudiantes internacionales pudiéramos acceder a la
plataforma educativa online, pero ya está resuelto).
Tampoco
se dio mal la visita a la Consejería Economía y Comercio. Allí me pasaron el
contacto de un par de sitios a los que acudir y conocí a los becarios, que son
gente muy maja (de hecho fuimos a un concierto al día siguiente). Aunque
también es cierto que a los 15 minutos de llegar a la oficina empezó a sonar la
alarma de incendios y nos desalojaron los bomberos, pero como no había fuego ni peligro,
considero que no fue para tanto.
Otra de
las cosas buenas que tiene Sydney es la playa (o mejor dicho, las playas). No
niego que en febrero ha hecho mal tiempo (parece ser el mes más lluvioso del
año) ni tampoco la excursión de Bondi Beach de la que ya he hablado, pero ir a
la playa vale la pena.
A
propósito, el domingo pasado fui a Cogee con los compis de piso y con los
vecinos, un buen grupo, 15 o 20 personas. La playa está muy bien, pero además
tienen una pradera justo antes con 3 o 4 puestos para hacer barbacoa al aire
libre. No me preguntéis cómo funciona pero no hace falta llevar el carbón, solo
la comida y la bebida. Ahí estábamos, de barbacoa, cuando suena la sirena en la
playa y el vigilante (que no se parecía a Mitch Buchannan) dice “Por favor,
acérquense a la orilla tranquilamente y salgan del agua que hay tiburones”. Había
más curiosos que bañistas y más bañistas que vigilantes; pero por lo que vimos,
también había más vigilantes que tiburones.
Y la
última de la serie: ayer fui a una fiesta porque igual me pongo a trabajar de
relaciones (aquí lo llaman promotions) para una disco y el jefe nos convocó
allí. Fui al bar a las 20h y por supuesto, estábamos solo los futuros promotions.
Nos presenta el sistema, nos da los pases que tenemos que repartir y nos deja
allí conociéndonos; 3 americanos, 1 bengalí, 1 australiano y yo.
Al rato
entra la policía con perros y todo y nos los rebozan por los pantalones,
supongo que por ver si teníamos droga. Y así se recorren todo el local pero no
dan con nadie. Diría que es raro pero también es verdad que no eran ni las 11
de la noche, y el que vaya puesto ya a esa hora es un ansioso.
¿Qué quiero decir con todo esto? Pues que no sé si yo tengo mala suerte y todas las cosas raras me pasan a mi o es que los australianos son muy escandalosos y por menos que nada tienen que estar metiendo un cuerpo de por medio (quiero decir, el cuerpo de policía, el cuerpo de bomberos, etc…).
como vives zo!!! q si fiestas en la platmya relaciones de una disco,conciertos...t has ido a sidney o a berberly hills (90210) ? jajaja que le pasa a tu wasao? te echo de menos y te leo siempre! un besoteee
ResponderEliminarSí, la verdá es que la vida no está nada mal, sobre todo con el fin de verano tan bueno que llevamos...
EliminarEl wasap lo enciendo poco, la verdad, una vez por semana o así pero supongo que algunos mensajes se perderan por el camino, que tienen que recorrer medio mundo!!
Un besazo!!