domingo, 10 de febrero de 2013

Un país seguro

A mis padres

No sé si las entradas de los blogs se dedican pues no son novelas ni poesías, pero quiero aprovechar para hacerlo por si acaso nunca escribo un libro (algo por cierto bastante probable).
Y he pensado en vosotros, porque todas las veces que me he ido os habéis preocupado. Por ejemplo, cuando volví de Guinea Bissau y fuimos a hacernos todas aquellas pruebas de corazón, o cuando antes de ir a Senegal me aconsejabas, papá, desde la experiencia, que no tomara bebidas con hielo ni agua del grifo. 
O como aquellas sentencias míticas cuando anuncié (o el pobre Manu lo hizo por mí) que me iba a Camerún: 
- Así que tú eres el culpable de que mi hijo se vaya a Camerún - o algo parecido le comentó dulcemente mi madre a Manu (pero ya te ha perdonado, gracias a que regresamos, milagrosamente pese a todo, sanos y salvos).
- Y no prefieres hacer el camino de Santiago - fue la ocurrencia de mi padre. Buen intento, casi cuela.

El caso es que Australia no ha provocado ninguno de estos miedos, es un país seguro y civilizado. Aunque leyendo el libro de consejos que nos repartieron el día de la orientación nadie estaría muy tranquilo; resumo algunos fragmentos: 
"Serpientes: no son muy comunes en Sydney y solo hay dos tipos de mordisco mortal. Se recomienda si te muerde una serpiente que vayas inmediatamente al hospital y en la medida de lo posible la lleves contigo para identificar el tipo de tratamiento"
"Arañas: en general son bastante inofensivas aunque el picotazo de una puede causar la muerte. Conviene estar atento a los síntomas y recurrir al doctor en caso de peligro"
"Sydney es una ciudad segura, pero de todas formas, no caminéis solos con los cascos puestos, mirad siempre a la gente a la cara para que vean que los reconocéis y no saquéis vuestros móviles de última generación en transporte público abarrotado o similar".
¿A que ahora estáis más tranquilos? Pues unid eso a los consejos: "come bien", "bebe mucha agua", "ten cuidado al cruzar que conducen al revés"...

Por cierto, a propósito de cruzar, he hecho un vídeo que os dejará todavía más tranquilos


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