viernes, 16 de julio de 2021

Comentarios - Cumbre Mundial: una comedia absurda para terminar con los pobres

 Para mí, leer teatro es a la vez fácil y difícil. De niño me gustaba tanto que mis dos libros más releídos eran el Tenorio y La venganza de don Mendo (y más el segundo por influencia familiar). Por ello también las primeras obras que fui a ver en un teatro (el español, creo) fueron esas. Y, ¿dónde está lo difícil? Precisamente en la imaginación: igual que las películas basadas en libros no siempre cumplen con la expectativa de sus lectores. Sí, creo que todo esto es una justificación de no haber incluido un texto teatral hasta ahora en mis comentarios. 

Para romper ese maleficio, qué mejor manera de hacerlo que con esta farsa irreverente de mi querido amigo Jorge Jimeno. Me he pensado mucho subrayar o no la amistad por temor a que no se leyera esta entrada o peor aún que se me considere parcial. Bien, soy parcial, sí, como cualquiera, y afortunado de contar con la amistad de Jorge, que me ha brindado la ocasión de leer esta obra, por cierto finalista del IV Premio Irreverentes de Comedia.

Esta comedia ácida y delirante resume de manera brillante el estilo Jimeno, una mirada que ha llevado a su propia compañía, Montajes en el Abismo, y que resume con la máxima reflexionar riendo. La risa, eso sí, no es siempre igual, pues se combina lo sarcástico y lo absurdo como en los mejores ejemplos de la tradición española (Jose Luis Cuerda, creo yo, estaría orgulloso de Jorge Jimeno).

Louise saca un papel de su agenda, camina buscando la cámara principal y lee.

LOUISE: "A los pobres no hay que darles peces, hay que enseñarles a pescar".

JOHN: Qué frase tan bonita. Qué pena que ya no nos quede ni un río que no esté contaminado o cuyas aguas no sean propiedad de alguna empresa internacional.

LOUISE: Sí, pero la frase es muy bonita.

Si tenemos en cuenta la experiencia del autor en el mundo de la cooperación internacional (experiencia que le permitió escribir un ensayo delicioso: Mamá, quiero ser cooperante) comprenderemos la elección del tema y la escenografía. La pieza se desarrolla en la sede de la Cumbre Mundial que pretende acabar con la pobreza. Los cuatro personajes arquetípicos de esta farsa son el representante de los países ricos, el de los países pobres, la portavoz de la sociedad civil y una camarera encargada del banquete (porque, ¿qué es una cumbre sin un buen banquete?). El escenario es el plató de televisión, ya que la Cumbre se retransmite en directo y en abierto:

PETER: Sin duda... pero bueno, sentémonos que está a punto de comenzar la transmisión por streaming. el mundo entero podrá seguir los avances de esta importante reunión gracias a las nuevas tecnologías.

Los tres toman asiento. Peter en un sitio preferencial a modo de presentador del espectáculo televisivo.

LOUISE: ¡Lo que ha cambiado el mundo con las nuevas tecnologías!

JOHN: Lo único que perdura es la pobreza.

LOUISE: ¡Qué importante la pobreza! ¿Qué sería de nosotros sin ella? (Dice honestamente)

JOHN: No quiero ni pensarlo. (Con mucha sorna).

PETER: Muy bien, caballero, caballera, vamos a comenzar la conexión (...) Esta emisión en directo es posible gracias a nuestro patrocinador Sosa Sola, comprometido con la pobreza para toda la eternidad

Peter se va hacia el teclado y toca una melodía. John y Louise le acompañan cantando una canción que parece bien conocida por todos.

Por supuesto, Peter es el representante de los países ricos y quien lleva la voz cantante en la reunión, pero John y Louise también tienen sus reivindicaciones, algunas de ellas cínicas y previsibles, como lo de enseñar a pescar, pero otras bastante rocambolescas y amargamente verdaderas. En la Cumbre también aparecerán los antisistema y se generará una crisis de difícil gestión.

Tuve la suerte de asistir a la puesta en escena de Cumbre Mundial y le hace honor al texto con un montaje dinámico e histriónico y cuatro personajes que encarnan todas y cada una de las miserias humanas... hablando de la pobreza.

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