¿Os
acordáis del famoso Carlo Rossi?
Para
algunos no hará falta más, a los demás os diré brevemente que era un tipo que
me pidió 20 euros en Turín para ir a su casa a coger las llaves del gimnasio
con la excusa de que era el famoso boxeador Carlo Rossi.
La sala de no-estar |
¡Qué
ingenuidad! ¡Qué candor! Y ya tenía 20 años, pero el tipo me tongó igual
(aunque eso sí, me dejó su reloj, que parecía muy valioso pero era un Carretier fabricado en China o en casa
de Rossi.
Después
de esta y otras cuantas aventuras similares, cualquiera podría pensar que he
aprendido y ya no me timan, pero no es así, sigo creyendo que la gente es buena
y me llevo chascos, ¡qué le vamos a hacer!
La
última a propósito del piso. Éramos dos a compartir, vino mi ex compañera de
piso a pasar unos días, encontró trabajo en la panadería de al lado y decidió
quedarse un mes y medio. Intentamos hablar con la casera para que nos dejara
ser tres pero el primer acercamiento de posturas salió rana, así que me busqué
rápidamente una habitación para pasar un mes.
El agradable jardín, trasero |
No os
cuento lo difícil que es encontrar algo barato y por breve tiempo, pero os lo
imaginaréis. Después de unas cuantas llamadas y mensajes que acabaron en nada y
ya con el agua al cuello, me responde un tipo (Helman) que resulta ser español
(Germán, supongo), me lleva a ver la casa y me enseña solo el cuarto.
El
cuarto no estaba mal del todo, y medio limpio. Pero cuando vi el resto de la
casa (obviamente después de haber pagado la fianza) casi me desmayo. De hecho
si no lo hice fue por miedo a coger una infección en esa pocilga que el tipo
con mucha gracia decía en el anuncio que era “un piso totalmente renovado, y
pintado, como nuevo”
Además,
el cuarto daba a la vía del tren, por lo que desde las 5 de la mañana había un
ensordecedor ruido de trenes pasando por la ventana. Conclusión: que le dije al
baranda que yo pasaba del tema y que me iba de allí (y que de paso me
devolviera la fianza).
Me dijo
que sin problema, y nunca más se supo. Como yo soy un tipo listo, con recursos,
le dije a mis amigos que llamaran como interesados en el piso y así me
presentaba yo para hablar de lo mío. Resultado: se inventó que había estado de
vacaciones y me dio un número al que llamarle para quedar. Entre que no
responde y que yo no insisto, seguimos como estábamos.
Y ahora, estilo Víctor, os dejo unas fotos de la maravillosa casa, cortesía de Dinah.
La cocina. Cucarachas en la nevera que os ahorro |
El cuarto de baño, totalmente renovado |
La repisa para poner el cepillo de dientes, limpísima |
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