El griego Kallifatides, autor de Otra vida por vivir, que ya comenté en mi blog el año pasado cambia completamente de registro, abandonando lo autobiográfico, para viajar a Grecia de Pericles. Allí, la protagonista de la novela recorrerá los hábitos y costumbres de la época entretejiéndolos con su historia de amor con Alcibíades, quizá el último gran guerrero de Atenas.
Timandra, hija de Teodoti, es una hetera, servidora de Afrodita, en palabras del propio autor, algo así como una especie de geisha, siempre según él, descendiente de una estirpe de mujeres dedicadas al placer. La profesión de Timandra es un tema muy polémico y el autor navega, no siempre con éxito, por las pantanosas aguas de la prostitución, la trata y el abuso de poder.
Pero no solo de ello va la novela, la figura de Timandra es una ventana para acercarnos a la filosofía de Sócrates y los sofistas, a las guerras del Peloponeso, a los juegos olímpicos, a los fraticidas conflictos entre atenienses y espartanos...
Una ocasión para mostrar la decadencia en todo su esplendor de la Grecia antigua. Y dudo que la casualidad haya escogido la voz de una hetera para hacerlo. Es una elección muy consciente que además permitirá bosquejar las costumbres afectivo-sexuales de la Atenas de entonces.
En cuanto al estilo, como ya habréis notado en las citas del libro, es muy evocador del lenguaje de la época pero la voz narrativa de Timandra también es interesante por cuanto utiliza el formato de diario, que se corresponde algo más con los recursos modernos. He creído ver en la novela algo que me recuerda a de Cinco horas con Mario, aunque probablemente tenga mucho más de la Odisea.
Con este fragmento que reúne el humor filosófico que permea toda la obra y el estilo breve y conciso, casi de aforismos con que están escritos los párrafos, podemos dar este comentario por terminado. Hasta el próximo, que será de Padura
" Comencé hablando sobre heteras maduras y he terminado en Alcibíades. Me pasa esto cada vez que me pongo a pensar. Empiezo por un tema y termino en otro diferente. Nunca he aprendido a reflexionar. Una vez, en broma, pregunté al geómetra Teodoro qué hacía cuando reflexionaba. Me miró fijamente un buen rato.
ResponderEliminar-Depende. Cuando quiero solucionar un problema, me duermo. Cuando quiero encontrar un problema, me despierto. "
:)