viernes, 21 de mayo de 2021

Comentarios - La tribuna

 Para conmemorar que el 12 de mayo se cumplieron 100 años de la muerte de Emilia Pardo Bazán, he escogido La tribuna, que es la primera novela naturalista de España. Aunque la más célebre de sus historias sea Los pazos de Ulloa, en ésta se recoge maravillosamente el periodo histórico y político previo a la I República ambientado en una ciudad inventada, Marineda, que es un trasunto literario de La Coruña.

La historia se cuenta a través de una protagonista, Amparo, que es mujer trabajadora en una fábrica de tabaco, aunándose en ella dos importantes reivindicaciones, las del feminismo y las del proletariado. Aquellas tal vez más centradas en la relación personal y estas más relacionadas con el trabajo, aunque el discurso de clases se entremezcle en ambas tramas. 

En Amparo vemos también entremezclado el ardor (y candor) republicano con la altivez de cualquier líder. También el equilibrio entre la honradez y la pasión, pero, sobre todo, a la mujer como heroína, dibujada por otra mujer:

El día en que "unos señores" dijeron a Amparo que era bonita, tuvo la andariega chiquilla conciencia de su sexo: hasta entonces había sido un muchacho con sayas. (...) 

Ahora... ¿quién le dijo a ella que el aseo y compostura que gastaba no eran suficientes? ¡Vaya usted a saber! El espejo no, porque ninguno tenían en su casa. Sería un espejo interior, clarísimo, en que ven las mujeres su imagen propia y que jamás las engaña. 

(...)

Para Amparo, hija de las calles de Marineda, ciudadana hasta la médula de los huesos, Chinto era un ilota. Alguna duquesa confinada en oscuro pueblo, después de adornar los saraos de la corte, debe sentir por los señoritos del poblachón lo que la pitillera por Chinto.

(...)

Si el heroísmo es cuestión de temperatura moral, Amparo, que se hallaba a cien grados, tal vez se dejara fusilar por la causa sin decir esta boca es mía; y quien sabe si andando los tiempos no figuraría su retrato al lado del de Mariana Pineda en los cuadros que representan a los mártires de la libertad...

La obra rezuma historia de España, y lo hace, como las mejores novelas, con una perspectiva sociológica, que recoge y yuxtapone a personajes católicos y heréticos, a las de ideales firmes con mezquinos calculadores, mujeres conservadoras con otras más liberales. Todo enmarcado en los años que siguieron a la Gloriosa (Revolución de 1868):

También en la Fábrica observaba Amparo que las paisanas eran las menos federales, las menos calientes, llenas de escepticismo y de picardía, decían, meneando la cabeza, que a ellas la república "no las había de sacar de pobres". Alguna tenía sus puntas y ribetes de reaccionaria; y en conjunto, todas profesaban el pesimismo fatalista del labrador, agobiado siempre por la suerte, persuadido de que si las cosas se mudan, será para empeorarse. (...) Así es que en la Fábrica, gozaban de detestable reputación, y eran tachadas de ávidas, tacañas y apegadas al dinero (...). No obstante, pronunció la revolución tres palabras áureas que a todas sacaron de quicio: "¡No más quintas!" Hasta las mismas aldeanas abrieron ansiosamente el corazón y el alma para beberse la dulce promesa. 

Estas reflexiones hoy podrían muy bien ilustrar eso que aún intentan explicarse en la izquierda cuando hablan del voto obrero a partidos de derechas, sobre todo si consideramos que los eslóganes del corte del "no más quintas" los pronuncian ahora otros...

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