jueves, 19 de diciembre de 2013

Decir que no

Si me conocéis, sabréis lo que me cuesta decir que no. Que se lo pregunten a Carlos y a Patricia, que me embarcaron en La Nave de Penélope y De qué color SOS, proyectos de teatro social en Madrid y Granada, mientras vivía y trabajaba en El Salugral (con una combinación de transporte publico y privado que en más un par de ocasiones obligó a mi madre a "acompañarme" al volante), o cuando vivía y trabajaba en Tetuán pero a la vez ensayaba para ir al festival de Almagro con el grupo de teatro de la Uni (con olvido de pasaporte, cruce en ferry y odisea para llegar a Ciudad Real).
Al teatro nunca podré decirle que no. Pero al trabajo si. Así que ayer, ni corto ni perezoso le digo al gerente de la cafetería restaurante, "mira, estoy trabajando en los cruceros por la bahía y no tengo vida, así que me voy"
¿Os lo imagináis? Yo tampoco. Lo que en realidad le dije fue más bien. "Te seré sincero, estoy cansado porque trabajo en los cruceros y me gustaría tener menos turnos en el restaurante, además ahora que vienen las fiestas tengo visitas de amigos y compromisos sociales así que no voy a poder estar disponible todos los días, espero que esto no os cause demasiados problemas"
BBQ con palillos
Supongo que soy un sentimental y le cojo cariño a la gente, al ambiente, al puesto de trabajo, tanto que la única forma de que me marche es cambiar de país, como hice en Italia, Marruecos o Bélg... ah, no, que en Bélgica lo que pasó es que el Cervantes no me renovó el contrato y de hecho ahí me quedé unos cuantos meses más sin trabajar.
Para quien lea entre líneas, "cambiar de país"... ¿querrá decir que se vuelve? ¡Oh, no! el pelma este regresa a España, dirán por ahí. O también: Espero que se deje ya en paz de tanto blog cuando vuelva, que se está poniendo ya un poco cargante.
Preguntado por esto diré que no tengo nada que añadir.
También fui a cenar a un restaurante cubano
Pero ya que os interesáis, esta semana he estado en un par de sitios increíbles, de barbacoa surcoreana en casa de Sun porque le conseguí trabajo en los cruceros y quería agradecérmelo y en el Palmer Co. un pub estilo jazz años 20 que es una auténtica pasada, de los mejores garitos que he visto en el centro de Sydney (por supuesto chic y estiloso, pero a la vez con un toque bohemio. Empata con el ya mítico Pichuco's australiano, que está en las afueras y sigue siendo el número 1 en el ránking de visitas (también porque de vez en cuando trabajo allí.

Las navidades se presentan ajetreadas, el hecho de que haya 30 grados a la sombra genera una sensación de 25 de julio más que de 25 de diciembre y el plan de los expatriados es reunirnos en alguna playa para bañarnos e ir de picnic. Más detalles y fotos en el próximo post. Felices fiestas... (con Freixenet o con McWilliams, que es el champán de aquí).
Ah, se me olvidaba, como paro poco por casa... está muy bonito el jardín y a veces subo y paso 3 minutos o así (el tiempo que tardo en tender la ropa).

2 comentarios:

  1. Feliz Navidad, Zo!

    Te dejo un villancico de los de aquí que sé que los echas de menos
    http://www.youtube.com/watch?v=8UUZjx1ie5A

    Un abrazo,
    W. M.

    P.D: El especial de Raphael no te lo pongo xq ya sé q vas a verlo en la web de tve

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  2. Cómo me conoces, bribón! No me lo perdí!

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