miércoles, 5 de enero de 2022

Comentarios - El arte de perder

 Infinita pereza. Esa sensación inagotable y escueta fue la que tuve cuando tomé prestado el libro de Alice Zeniter. Resulta que me apunté a un club de lectura en la escuela de idiomas y esta era la segunda novela que tocaba. De nuevo en castellano. Más de 400 páginas.

 No es solo que me haya gustado el libro, es de lo mejor que he leído últimamente. Una Odisea que dura más de veinte años y recorre la historia de tres generaciones de una familia de emigrantes, desde la huida de su país (hasta entonces departamento de la ¿misma? Francia a la que llegan), la actual Argelia, hasta la actual situación de odio y enfrentamiento que se vive en Francia a raíz de los atentados terroristas.

 El estilo de Zeniter es muy contundente y poético. No hace concesiones y al mismo tiempo no juzga a ningún personaje, desplegando una infinidad de emociones que se ocultan entre el silencio, la vergüenza, la rabia o la tristeza.

Cuando Yema le pregunta si le gusta la comida, responde enfurruñado que le falta sal, y en el mismo momento en que lo dice siente que la frase resume toda su vida, que acaba de encontrar la metáfora más clara y concisa posible. Durante el resto de la cena, se repite la frase ("A mi vida le falta sal") recalcando cada palabra, y ya no le responde a nadie. Sus padres ven cómo mueve silenciosamente los labios y se encogen de hombros. A los dieciséis años, también Naïma se dejará asombrar por revelaciones íntimas que no compartirá con los demás, pero que le parecerán tan plenas, tan densas, que bastarían para dar sentido a su vida. A esas alturas, Hamid ya habrá olvidado la intensidad inherente a la adolescencia y, diciéndose que su hija es insoportable, deseará que madure de una vez.

 Por el lado del estilo, emplea también recursos originales como incluir los textos de pintadas con dos ojos almendrados que algún personaje se encuentra por la calle, o conectar sin puntuación ni espacios una serie de secuencias de sus pensamientos, o copiar y pegar textos legales o resultados de internet. Está empleado con magistral equilibrio porque nunca se hace pesado o redundante.

     II. Derechos y libertades de las personas y sus garantías

         Disposiciones comunes

(mientras tecleaba las siguientes líneas, Naïma se dijo que eran sumamente claras y breves. Debían proteger a su abuelo. Las siguientes líneas, se dijo Naïma mientras tecleaba, también resultaron sumamente ineficaces)

Nadie podrá ser objeto de medidas policiales o legales, sanciones disciplinarias o discriminación alguna en razón:

-de opiniones manifestadas con ocasión de hechos ocurridos en Argelia antes del día del referéndum de autodeterminación; 

-de actos cometidos con ocasión de los mismos hechos antes de la proclamación del alto el fuego;

-ningún argelino podrá ser obligado a abandonar el territorio de Argelia ni forzado a permanecer en él.

Otro recurso que también emplea con habilidad es la reivindicación desde la contradicción, que se resume mejor que en ninguna otra parte en el propio título de la obra, que procede de un poema de Elisabeth Bishop citado también en la novela, precisamente por un argelino:

No es difícil dominar el arte de perder:

tantas cosas se empeñan en perderse

que su pérdida no es ningún desastre.


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