miércoles, 10 de noviembre de 2021

Comentarios - Dende o conflito

 Vuelvo a lecturas en galego para no perder impulso en la preparación del examen y elijo esta, que fue premio Xerais 2014. Una novela a lo Kapucinski desde el feminismo de la escritora y traductora luguesa María Reimóndez.

La novela recrea la historia de Saínza R. Combarro, una periodista gallega que trabaja como reportera de guerra para la BBC. Una reflexión sobre el desarraigo, la injusticia, el dolor, la familia o la amistad con la fragmentación propia de la vida posmoderna.

De la estructura también cabe decir que se construye con fragmentos (de cartas postales, correos electrónicos, citas de libros -reales o inventadas- y narración). Un estilo que me recuerda el ensayo El entusiasmo de Remedios Zafra, comentado este año. 

Se distingue la gran maestría de María Reimóndez para conjugar en el relato lo personal y lo profesional siendo a la vez todo ello político, en una reivindicación del lugar de la mujer en el periodismo de guerra, no exenta de crítica al eurocentrismo colonialista (ella es europea, la BBC tiene su sede en Londres y los destinos son Afganistán, Iraq, Haití o Etiopía).

É aí, nesas cidades, onde comezan as exclusións, primeiro contra as persoas que viven nelas pero non dan o ritmo de vida (ese refugallo, oíralle dicir a unha vella gloria londiniense na redacción), logo contra o rural (como unha secretaria que non saía de Londres porque lle daba noxo o cheiro a campo) e finalmente contra todo o que estivese fóra dos límites do seu concepto de "civilización", eses lugares nas marxes, eses vertedoiros de todo o que naquelas cidades noxentas sobraba: os soldados descerebrados contentos de ir matar civís a Iraq, as fames, os países "sen futuro". A carraxe da Saínza colle novo pulo con cada pedalada.

Y esa mirada política sobre la actualidad y las dinámicas geoestratégicas también se agarra a la prosa de Reimóndez con dureza y ternura, entre intentos de coherencia y eventos desestabilizadores (amistades que se deshacen, amores que traicionan, desencuentros familiares), todo en un marco que claramente pasa del segundo plano al primero conforme avanza la novela. Un camino claramente en sintonía con la ética de los cuidados que la autora hace suyo a través de una serie de encuentros con personajes secundarios que la protagonista se esfuerza en conectar, reivindicando la bondad humana allá donde se encuentre.

Cando entra no bar, Emilia ten ao seu carón unha bolsa chea de salchichón e latas de atún. Sabe que a Saínza moito lle prestan tales viandas. Co tempo aprendeu a non opoñerse a tales mostras de cariño, que recoñece en tantos outros lugares, nas xentes que por veces pouco máis teñen ca o seu bo corazón. A muller que lle dá auga da súa bañeira para lavar a cara ou o home que lle tende un anaco de torta nunha estrada perdida de Iraq. Hai un fío que tece esa parte da humanidade, tan invisible e da que tantas veces tenta falar porque por debaixo do horror e da violencia segue perdurando algo humano e cálido que fai que o mundo non se mate xa definitivamente e sen remisión.

 En la parte más íntima es dónde la protagonista encuentra mayores dificultades: gestionar sus relaciones familiares, sus amistades más largas y las más recientes, una relación de pareja igualitaria y respetuosa. Y, sobre todo, el abandono de una postura de superioridad o paternalismo para reconocernos como seres humanos.

Una novela dulce y dura, como la realidad, fieramente humana.


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