lunes, 15 de junio de 2015

Ser o no ser...

Más o menos expliqué en el anterior post  cómo funciona Tinder a nivel de usuario: Se te aparece en la pantalla del móvil una serie infinita de gente cercana, de la que puedes ver fotos, descripción, última conexión y, (ojo a esta) ¡amigos en común de facebook!).
Ya me avisaron mis "asesores" de que esa parte de los amigos de facebook era controvertida, pero yo creí que había sido más listo, pues al descargar la app me preguntaron los permisos y no di ninguno. Parece, sin embargo, que se pasan la privacidad (parafraseando a mi finísimo y elegante profe de literatura) por el arco de triunfo.
Un día hablaremos de las personas que se pueden encontrar aquí... o de las que te pueden encontrar (que dicen que ahí está el problema). Hoy me limito a hablar del proceso de selección (o elección) que rige en este programita.
Premisa-mentira: lista infinita de gente: en realidad a mi me lo parece ahora porque acabo de empezar (y porque me han configurado la app para que me salga gente en un radio de 150km  o alguna burrada similar) pero mis asesores no opinan lo mismo...
Contexto: acceder cada 5 o 6 días igual tampoco ayuda al avance, en cualquier caso, para "conectar" lo primero es "darle al like"(que aquí es muy sencillo; deslizar la foto a la derecha es "ok" y deslizarla a la izquierda es "no, gracias"), y luego esperar a que la otra persona también le dé a "like" y entonces es un "match" que en este caso no tiene nada que ver con Roland Garros.
Opciones: decirle a todo que sí, decirle a todo que no, elegir o no acceder.
1ª No acceder; sería muy del gusto del solipsista wittgensteiniano que suspende el juicio, pero aquí la descartamos por evidentes razones; no te descargas la app para no acceder, si juegas, lo haces con todas las reglas.
2ª Decirle a todo que no: también la descartamos porque sería como no acceder, ya que se bloquea la interacción. Si eres de la cuerda de "solteros exigentes" me ha parecido ver anuncios con ese artificioso slogan.
Estas dos opciones son admisibles en el célebre caso de "no sabía, era joven inexpertx y necesitaba el dinero" pero poco más.
3ª Decirle a todo que sí: hay teorías que afirman que eso es lo que se hace cuando no se quiere "cerrar ninguna puerta", para mi que decirle a todo que sí es como decirle a todo que no, pero da más juego y desde luego más opciones de match (el 100% del 50% que corresponde a la persona en cuestión).
4º Elegir: De manera natural, la opción utilizada por la mayoría de usuarixs. He aquí la cuestión, Hamlets del mundo...
Ahora bien, la vorágine de elementos que se vierten en este punto es inmensa: ¿con qué criterio tomar esta decisión? ligereza, seriedad, subjetividad, sinceridad, apariencia, interés... Parece que las opciones se disparan.
Y eso que una breve descripción y 4 o 5 fotos parecen poca cosa para decidir si te gusta o no alguien... Al final va a ser mejor decirle a todo que sí, o que no, o suspender el juicio.

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