sábado, 17 de agosto de 2013

El tiempo pasa (Time goes by)




Hoy cumple años mi padre. Pues claro que le he felicitado, en cuanto he vuelto a casa.
Kentaro, ¡olé tus cojone!
Curiosamente, este mismo padre mio que hoy cumple años me mandó hace unos días unas fotos de muy grato recuerdo con uno de esos clásicos comentarios de “¿Te acuerdas cuando…? Y claro que me acuerdo de la visita de Kentaro a Madrid. No soy el único, porque mi tío, mi hermano, mi prima, Kentaro y yo nos fuimos de jarana una noche con la familia de Pitingo y el momento de máximo furor llegó con una mítica lección de compás reproducida muy seriamente por mi compañero de piso de aquel entonces.
Hace 10 años casi de aquello, hay que ver cómo pasa el tiempo oiga, hay a quien le crece el pelo, a quien se le cae, a quien se lo cortan... Y hay también lugares comunes como ese de “por ti no pasan los años”.

(Un inciso musical y cinematográfico con posiblemente tu película favorita, después de Condemor, claro)
 
Nadie podrá negar que el tiempo pasa, pero gracias al teatro (en mi caso, cada cual tendrá el suyo) sigo viviendo cada nueva experiencia con la misma energía como si fuera la primera vez. Es un poco Peter Pan pero me conviene escuchar al niño que llevo dentro (porque los niños y los borrachos nunca mienten y yo lo de beber ya sabéis cómo lo llevo).
Todo esto para decir que mi padre es un ejemplo admirable de persona adulta que sigue acercándose a los acontecimientos de la vida desde la experiencia y el conocimiento de los años (que no son muchos y parecen aún menos) a la vez que conserva la vitalidad y frescura de un joven de 16 años. 
Cuéntanos tu secreto, ¿no?
(Un epígrafe musical, prueba inequívoca de que el tiempo pasa, despacico)
 

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