viernes, 22 de octubre de 2021

Comentarios - Ela, maldita alma

 Pues he vuelto a clases de galego y a leer en galego. Esta vez a Manuel Rivas en su colección de cuentos que ya me leí en castellano de chico, cuando salió El lápiz del carpintero e hice una pequeña inmersión que también incluía ¿Qué me quieres, amor?

Ya es un clásico eso que se dice sobre releer libros de adolescencia y descubrir nuevos significados así que no añadiré nada más. De hecho ha sido casi un descubrimiento porque al leerlo en su lengua original no he caído en el recuerdo de pasajes o episodios.

El libro consta de 13 cuentos, la mayoría de aire costumbrista, mágico y con cierto sabor a elegía. La prosa es tremendamente poética y clara con ecos del mar y de la tierra (pero sobre todo del mar) y sus personajes son sencillos y cercanos con almas puras, en su mayoría, pese a estar rodeadas de muerte, dolor, venganza o abandono.

Recupero algunos fragmentos con metáforas y comparaciones que serán una constante entre sus líneas:

Ela notou axiña o cambio de carácter pero atribuíuno ao tempo, a aquela primavera entolecida con luares tan luminosos como un día amarelo, que facían cantar aos galos de noite.

Eloy tardou un pouco en entender. Mirou as brasas como se lese unha historia antiga e logo escachou a rir.

Ata os ollos das árbores parecían mirarme con desaprobación e unha pomba baixou a contar os anacos de vidro.

Y cierro con una pequeña reflexión sobre el mar que pronuncia el protagonista del relato Xinetes na tormenta, que es el décimo relato del libro y uno de los más duros, quizá reforzado por esta dureza del mar:

Os de terra teñen unhas ideas moi peregrinas sobre o mar. Fanlle poemas e cousas así. Pero eu, co mar, nin fala. El, aí, e eu, aquí. Cando traballas, hai que vixialo de esguello, facendo que o ignoras, con todos os sentidos ao axexo (...)

Neses versos de señoritos, tratan ao mar de amante e cousas así. Parvadas. E afirman eses entendidos do carallo que os pescadores témolo por femia e que sempre dicimos a mar. ¡E unha merda! O mar é un cacho cabrón. O mar é un cárcere. Nin sequera hai bis a bis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario