viernes, 28 de abril de 2023

Diarios de un lector a tiempo parcial: Unión soviética. La quiebra de un modelo y Que foi daquel soño

 Este mes voy a unir las dos lecturas que he hecho porque tratan un tema común: el fin de la URSS. Son dos libros muy diferentes pese a las muchas coincidencias. El primero, de Carlos Taibo es un conjunto de ensayos de análisis socioeconómico y político con gran foco en los personajes y el partido, mientras que el segundo, mucho más liviano, es un recorrido histórico, casi sentimental, del periodista Xulio Ríos por los lugares que fueron visitados en los años 30 por Castelao.

 A mí, inevitablemente, me han acercado mucho a la situación actual en la frontera entre Ucrania y Rusia. Un concepto, el de frontera, que he resignificado a la luz de las historias y de la Historia para llegar a la misma conclusión de siempre: los límites propios los disputa cada quien frente a la sociedad y los físicos o geográficos, la sociedad (o los gobiernos) a las personas, soliendo ser, por lo general, las personas quienes salimos perdiendo en ambos casos.

 No es casualidad que tuviera esos dos libros en casa, ni que hayan pasado casi tres años recopilando lentamente polvo en la estantería, ni por supuesto que este mes de abril me haya decidido a leerlos. Lo que tal vez sí sea una sincronía es que durante su lectura apenas haya escuchado noticias sobre la guerra (o ataque, o asalto, o invasión), quien sabe si por las próximas elecciones municipales.

 La imagen de una Rusia decadente, empobrecida, entregada ya en lo social al liberalismo del mercado negro, con la sombra de un Yeltsin que llegaría muy poco después a hacer lo propio en los planos económico y político permea las páginas de ambos textos, aquéllas más en el libro del gallego y estas en el ensayo de Taibo (que también es gallego o tiene raíces, dicen, por aquí).

 Lejos de mí el afán nacionalista (ni centrífugo ni centrípeto), me gustaría ver pronto dos estados (y dos bloques políticos) que se tienden la mano y comienzan a trabajar para la gente que, con mayor o menor implicación o responsabilidad en ello, se ha visto envuelta en este permanente y peligroso estado de excepción. Casi frívolo, solo puedo admitir que estoy muy lejos y siento un injusto privilegio con el que no sé qué hacer: problemas del primer mundo :-(