jueves, 2 de enero de 2014

Año nuevo, vida…



Llegó el día con el que había estado soñando desde que vine a Australia: Fin de año. Toda la vida viendo en las noticias de las 3 de la tarde del día 31 los fuegos artificiales en Sydney con motivo del año nuevo y el otro día, por fin, los pude vivir en directo.
Para obtener un lugar privilegiado desde el que poder disfrutar del espectáculo, me ofrecí voluntario para dar información sobre actividades y lugares para ver los fuegos de 10 de la mañana a 5 de la tarde. Con ello me regalaron un ticket para acceder a una plataforma que hay sobre el muelle desde la que se ve el puente sobre la bahía y la Ópera.
En el rato que estuve informando, millones de personas se agolpaban preguntando las mismas cosas y todos a la vez. Perdí la voz dos o tres veces porque el flujo de gente era interminable, tanto que apenas nos quedaba tiempo para beber agua. Pero me gustó la experiencia, sobre todo porque había entre los visitantes, muchos turistas italianos, franceses e hispanohablantes, así que pude informar en varios idiomas (para no perder la práctica).
Creo que los fuegos, que por cierto cuestan aproximadamente 4 millones de dólares, hablan por sí solos, así que os dejo un vídeo.

En cuanto a la fiesta de Nochevieja, como en todo el resto del mundo, es el peor día para salir, así que intenté volver a casa temprano. Por el camino me topé con la presentadora del Canal 9 (que no es Canal Nou, porque ya no existe).
Antes de esta toma, la pobre mujer lo intentó un par de veces y yo, viendo el percal, preparé la cámara para grabar la versión definitiva. Ojo al espontáneo que se levanta la camiseta y se frota los pezones; un clásico.
Cuando llegué a casa me aguardaba otra noticia. Mis notas del Diploma de Eventos. Graduado con Sobresaliente. Buenas noticias para empezar el año con energía  (y, como dijo aquella sabia, “con muchaaa marchaaaa”).


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